Los lavabos para el cuarto de baño pueden ser muy variados. Más allá del tradicional modelo de porcelana blanca, actualmente podemos encontrar lavabos de todo tipo. De piedra, resina, cemento, la variedad es muy amplia si atendemos a sus materiales pero, además, también hay que fijarse en su colocación.
Por ello, al final el abanico de posibilidades para elegir nuestro lavabo de baño es bastante amplio. A continuación, vamos a intentar aclarar tus dudas viendo cada uno de los modelos disponibles.
Lavabos de baño según su colocación
Según su colocación, podemos encontrar estos tipos de lavabos:
Lavabos Encastrados
Estos lavabos quedan por debajo de la encimera, es decir, están encastrados en el mueble. El lavabo queda menos visible y se da más importancia la encimera. Su inconveniente es que ocupan algo de espacio de almacenaje del mueble y, en algunos casos, llegan a hacer que tenga menos cajones.

Lavabos sobre Encimera
Estos lavabos van colocados directamente sobre la encimera del mueble. Los lavabos sobre encimera son muy vistosos y son habituales en baños modernos o de diseño. Si nos decantamos por estos lavabos tendremos que poner un grifo de lavabo de caño alto.

Lavabos Integrales
Los lavabos integrales van integrados con la encimera. Son muy prácticos ya que el lavabo y la encimera son una sola pieza. Suelen ir emplazados encima de un mueble que no tiene parte superior.

Lavabos Suspendidos
Los lavabos suspendidos son los más indicados para cuartos de baño de pequeños. Se debe principalmente a que dan una sensación de mayor amplitud y a que no necesitan de un mueble para ser instalados, se instalan directamente en la pared. En Banium no solemos recomendar este tipo de lavabos si el baño va a ser utilizado por niños, ya que si se suben constantemente a él pueden crear holgura en los enganches. Sin embargo, creemos que esta es la mejor opción para un baño pequeño, ya que proporciona mayor amplitud visual.

Lavabos a suelo o con pedestal
Los lavabos con pedestal son similares a los suspendidos, solo que necesitan de un pedestal para su instalación. De igual manera, son perfectos para baños pequeños ya que, al igual que los suspendidos, dan una mayor amplitud. No obstante, en este caso pueden quitar algo de espacio de almacenamiento al instalar el pedestal.

Lavabos de baño según su material
Según su material, podemos encontrar los siguientes tipos de lavabos:
Lavabos de Cerámica
Son los lavabos más habituales ya que es el material que se ha utilizado toda la vida. Al igual que el resto de materiales, lo habitual es que sea blanco, aunque puede ser esmaltado con cualquier otro color. Este material es impermeable y muy resistente, de ahí que sea tan utilizado para los lavabos. Además, dado a su extendido proceso de fabricación, los lavabos cerámicos son los más económicos, más aún si son de pedestal.

Lavabos de Acero
Estos modelos son menos económicos y también es más difícil encontrarlos ya que para su fabricación se necesitan aceros inoxidables de alta calidad. No obstante, los lavabos de acero quedan de lujo en el cuarto de baño y hacen un juego estético con la grifería muy bonito.

Lavabos de Piedra
Se trata de una opción relativamente nueva. Los lavabos de piedra cuentan con un diseño único y exclusivo que crean un espacio moderno en el cuarto de baño. Estos lavabos son muy pesados y no son muy económicos, pero su diseño hace que valgan la pena.

Lavabos de Resina
Los lavabos de resina son una opción que, poco a poco, va cogiendo peso en el mercado. Son muy versátiles y asequibles, además, su diseño es muy agradable. La ventaja de la resina es que se puede moldear de cualquier forma, color y se puede cortar a medida. No obstante, la opción de lavabo de resina suspendido suele ser las más cara.

Lavabos de Cemento
Los lavabos de cemento también se han puesto de moda. Son una opción que es también económica y da un aire moderno al baño. Al igual que los de piedra, su mayor inconveniente es su peso. Por otro lado, al igual que los de resina, se pueden moldear para adaptarse a cualquier forma o tamaño.
